Academia de Declamación y Buenas letras

Tras un primer intento de creación en Málaga de un Centro de Enseñanza Artística de importancia, realizado en 1877 y que no salió adelante por circunstancias económicas, diez años más tarde, el cronista Narciso Díaz de Escovar y el actor y director de escena Luis Ruiz Borrego, retomaron el proyecto.
Para ello se rodearon de un excelente y cualificado personal que llevara aquella labor docente. Entre éstos personajes, por ejemplo, destacaron Antonio Urbano Carrére, Joaquín Martínez de la Vega, Emilio Thuiller, Arturo Reyes Aguilar, Vital Aza, o el propio Narciso Díaz de Escovar.
Así, principios de 1886, queda abierta la nueva institución, a la que dan el nombre de «Academia de Declamación, Música y Buenas Letras», y el día 1 de febrero de 1887 se formalizó definitivamente el claustro de profesores y el alquiler del local situado en la calle Beatas nº 17, donde existía la sociedad Lope de Vega cuyo presidente Joaquín María Verdugo, desde el primer momento, accedió a aportar todo lo necesario para albergar dicha Academia.