La Congregación de Religiosas Terciarias Franciscanas fue fundada por la antequerana María del Carmen González Ramos, o por su nombre en religión Madre Sor Carmen del Niño Jesús, nacida el 30 de junio de 1834 y muerta el 9 de noviembre de 1899.
Carmen recibió una esmerada educación en la casa familiar. El 7 de junio de 1857 contrajo matrimonio, pese a la oposición paterna, con Joaquín Muñoz del Caño, quien finalmente, por su afición al juego y el descuido en la atención de su oficio de administrador de rentas estancadas, arruinó a su esposa en 1876, al verse ésta en la necesidad de vender los bienes heredados de su padre para satisfacer las deudas de su cónyuge. En 1878 se operó un cambio radical en la conducta del esposo, muriendo en 1881 y dejando a su esposa viuda y sin hijos.
En esas circunstancias, Carmen, animada por su director espiritual, el capuchino fray Bernabé de Astorga, de la comunidad de Antequera, se dedicó al servicio de los pobres, abriendo para ellos un colegio en su propia casa en 1883, que fue trasladado al año siguiente al antiguo convento de los Mínimos de Nuestra Señora de la Victoria, donde creó el Colegio en el que ingresaron 210 niñas adultas y 154 párvulos.
Éste empezó teniendo clases gratuitas, una de párvulos, niños y niñas, y otra de adultas, así como una de «pago». Esta última se abrió por «el deseo demostrado por algunas señoras de que sus hijas fueran educadas por estas Religiosas» y contaba con 35 alumnas de las que dos eran internas.
Acompañaron a Carmen otras tres terciarias franciscanas como ella, pero pronto se sumaron más y el 17 de septiembre del mismo año fueron ocho las que recibieron el hábito de la nueva Congregación de Terciarias Franciscanas de los Sagrados Corazones de Jesús y María, dedicadas a la enseñanza de niñas, de acuerdo con unas constituciones aprobadas por el obispo de Málaga.
Profesó temporalmente el 20 de febrero de 1885 y enseguida fue aumentando el número de religiosas, hasta el punto de que en 1886 se abrió la primera fundación en Nava del Rey (Valladolid), a la que siguió al año siguiente la de Tiana (Barcelona) y en 1889 las de Barcelona y Mataró (Barcelona). El 20 de febrero de ese mismo año la madre Carmen emitió su profesión perpetua.
En 1891, se inauguró, además, en este Convento, la Escuela Seráfica de niñas pobres en la que además de educar a las niñas asistentes, se les proporcionaba todo lo necesario (ropa, comida, etc.). La labor educativa de este convento se sitúa, al compatibilizar clases gratuitas y de pago, entre la de las instituciones benéficas y la de los colegios destinados a educar a las hijas de la burguesía.
L a idea originaria cobró aliento, prosperó, y antes de morir Sor Carmen había fundado diez casas de la nueva regla. Así, la orden también fundó escuelas en Osuna, Marchena, Navas del Rey (Valladolid); en Barcelona fundó una guardería para familias de obreros y una escuela para las familias de obreros inmigrantes.
En 1931 había tres colegios y una casa de estudios en la provincia de Málaga, mientras que en total eran veintisiete centros de enseñanza y ocho establecimientos de Beneficencia, donde se encontraban acogidos varios miles de niños de todas las clases sociales y bastantes pobres enfermos y menesterosos.
En ese año una profesora y cinco hermanas dirigían las clases en el colegio Nuestra Señora de la Victoria, a las que asistían 46 niñas de pago; de 60 a 70 gratuitas de siete a doce años, y más de 200 párvulos de tres a siete años. Dichos alumnos se distribuían en amplias clases, dotadas de toda clase de material, y disponían de hermoso patio, jardín y huerta para el recreo.
Las muchachas recibían esmerada instrucción primaria, educación religiosa y enseñanza de labores prácticas y artísticas, mientras que los parvulitos eran atendidos e iniciados en las primeras letras, y de cuando en cuando recibían obsequios y donativos en alimentos, ropas, juguetes, etc.
Tanto este Colegio de la Victoria como el de la Inmaculada, de la misma regla, efectúan desde su fundación una labor magnífica y encomiable, de la que principalmente resultaban beneficiados los niños y niñas de las familias más pobres de Antequera.
Convento de la Victoria
Cuenta con una iglesia del primer tercio del siglo dieciocho que se construyó siguiendo un esquema similar al de algunos modelos del barroco italiano. Construida entre los años 1712 y 1718, resulta interesantísima en su disposición de planta y alzado ya que es un ejemplar de verdadera rareza entre los templos antequeranos.
La nave es un octógono de lados desiguales, conformando un espacio alargado articulado por una capilla mayor de planta hexagonal cuya decoración se realiza a base de yeserías y cuyo retablo responde a un concepto neoclásico.
La fachada, realizada en piedra de sillería, presenta un acusado aspecto civil mientras que el interior muestra un modelo de planta central muy elaborado y nada habitual en la arquitectura española hasta bien entrado el siglo dieciocho. Sobre el ático se sobrepone a mediados del siglo XVIII una espadaña de ladrillo. La nota más característica de esta fachada es su volado balcón central y los laterales que le dan un aspecto de edificio civil.
Historia del Colegio de la Victoria | Educar es un acto de amor. (n.d.). Nuestra Señora de la Victoria | Centro Educativo en Antequera. Retrieved August 25, 2023, from https://colegiodelavictoria.es/historia/