La Academia Politécnica de Málaga, fundada en 1888 por Pablo Salvat Contijoch, funcionó como un centro privado encuadrado en lo que la ley de Instrucción Pública consideraba como Academia para estudios especiales, enfocada a los grados de enseñanza primaria, elemental y superior, y dirigida a alumnos de ambos sexos.
En sus instalaciones se podían cursar estudios de Comercio, asignaturas libres de varias facultades, idiomas, distintas especialidades de Bellas Artes, también denominados “adornos”, y la preparación para las carreras especiales Militares, Correos y Telégrafos, Carrera Pericial de Aduanas, del Banco de España, Magisterio, etc.
Los terrenos de la escuela daban al Paseo de Sancha y por la parte posterior, a la playa. Hay que destacar que las edificaciones estaban específicamente diseñadas para un uso docente, y que seguía los postulados progresistas de la Escuela Nueva.
El centro privado contaba con un bonito aula de Ciencias, muy del estilo decimonónico, con aparatos científicos, colección de minerales y animales disecados. Del mismo estilo era el aula de Dibujo, acompañado por bustos y réplicas en miniatura de estatuas clásicas que los alumnos debían dibujar.
También tenía un teatro, con un fondo pintado que simulaba un telón semiabierto y una gran escalinata que daba acceso a un templo clásico.
En cuanto a los dos pabellones que acompañaban el edificio principal, uno de ellos era la enfermería y el segundo es muy probable que acogiera los dormitorios y comedores.
Además, nada más franquear la entrada de la academia por el Paseo de Sancha, el visitante se topaba con el llamado paseo de las violetas, un agradable jardincito con bancos, y ya cerca de la casa principal, con la llamada alameda principal, una pendiente que descendía hasta el mar junto al bosque de eucaliptos, donde también se encontraba la caseta del veterano portero.