El colegio Madre Asunción tiene su origen en el Asilo de Huérfanas regido por las Hermanas Carmelitas de San Juan de Dios, cuya creación se debió a una iniciativa del obispo Marcelo Spínola que lo inauguró en 1891. Estaba – y está, aunque transformado – en el Paseo del Limonar, por lo que se le conocía popularmente con este nombre. Recibían enseñanza, en 1897, 14 internas de 6 a 14 años y las niñas que asistían a una clase gratuita de externas.
Su nombre recuerda la figura de la Madre Asunción Soler Gimeno. El estado languideciente de la congregación de las Hermanas Carmelitas de San Juan de Dios, que había sido aprobada en 1882 por el obispo malacitano Gómez Salazar, reducía su presencia a tres casas: la casa madre de Vélez-Málaga, una en Marmolejo (Jaén) y ésta del Limonar. Por este motivo el obispo Manuel González García llamó a unas monjas Carmelitas procedentes de Orihuela para que diesen nuevo aliento a estas comunidades.
Entre ellas estaba la valenciana Madre Asunción, nacida el 19 de agosto de 1882 en Quart de Poblet, que llegó en 1919 con el fin de acompañar y revitalizar la Congregación y con el apoyo del obispo fundó en 1924 las Terciarias Carmelitas del Sagrado Corazón, conocidas como las Carmelitas de Málaga, que además de la atención a la casa del Limonar se dedicaron al cuidado de los alumnos del Seminario.
El 8 de septiembre de 1923, el Colegio Madre Asunción abrió sus puertas por primera vez.
Las religiosas de esta rama del Carmelo, con más de cincuenta casas por países de Europa y América, atienden centros educativos y benéficos como seminarios, casas de sacerdotes, hospitales, orfanatos, casas de ancianos, prisiones, colegios de niñas, etc.
La tragedia de 1968
El 17 de octubre de 1968 se produce un derrumbamiento en el colegio que provoca la muerte de tres niñas y numerosas heridas. Un dramático suceso que ocurrió madrugada y en el que se hundió una nave del primer piso en la que en aquellos momentos dormían alrededor de 40 niñas, que cayeron entre los escombros sobré la planta baja.
Fueron los vecinos de casas colindantes al colegio los primeros en advertir la tragedia y por ello se lanzaron rápidamente a iniciar unos las tareas de salvamento y otros a avisar a los bomberos, casas de socorro y hospitales para que estuvieran dispuestos a recibir a las víctimas, ya que en los primeros momentos se desconocía el alcance del siniestro.
Rápidamente acudieron los bomberos y varias ambulancias para recoger a las niñas que eran extraídas tras una labor verdaderamente angustiosa, puesto que la masa de escombros y muebles era enorme. Por todos lados se oían sollozos y gritos, hasta el extremo de que los que estaban realizando las tareas de rescate no sabían a donde acudir. A la clínica del Limonar fueron llevadas 12 niñas; a la casa de socorro del Hospital Noble, 10; y dos al Hospital Civil. Fallecieron las dos trasladadas al Civil y otra de las llevadas al Hospital Noble. 1
En total, en el colegio de había ciento cuatro alumnas internas, de las cuales veinticuatro de una forma u otra sufrieron los efectos del derrumbamiento. Las niñas tenían de 3 a 10 años, todas de modestísima condición, ya que habían sido enviadas allí por el Tribunal Tutelar de Menores o por la Junta Protectora de Menores.
Los técnicos y bomberos sostuvieron que la causa del hundimiento había sido la excavación practicada para la construcción de un nuevo edificio que, según confirmaron, había dejado el dormitorio prácticamente sin sujeción alguna. El edificio original tuvo que ser derribado y se aprovechó para construir una capilla, antes incorporada a la casa, así como un moderno colegio.
Sanchidrián Blanco, C. (2017). La Iglesia y la educación de la mujer en Málaga durante la Restauración (1874-1902). In J.-R. Aymes, È.-M. Fell, & J.-L. Guereña (Eds.), École et Église en Espagne et en Amérique Latine : Aspects idéologiques et institutionnels (pp. 375–390). Presses universitaires François-Rabelais. http://books.openedition.org/pufr/5360