Puesta en funcionamiento
1870
Tipo de centro
Descripción
A lo largo de los años ha habido en Antequera tres centros educativos con el nombre de San Luis Gonzaga, sin más vinculación entre ellos que su denominación. No obstante, han compartido su financiación ya que, pese a ser privados por lo que los alumnos debían costear su educación, recibían subvenciones por parte del ayuntamiento.
Esto se debía al interés de la institución municipal por que existiera en Antequera un centro que impartiera la enseñanza secundaria. De otro modo el escaso alumnado debería trasladarse para cursar estos estudios a otra localidad, Archidona, al prestigioso colegio de Escolapios, o Málaga, con los inconvenientes que suponía, aunque proviniera de familias pudientes.
Primer colegio San Luis Gonzaga (1845)
En septiembre de 1845 el Ayuntamiento de Antequera concedió permiso al presbítero José Rodríguez y Palma para establecer un colegio de humanidades con el título de San Luis Gonzaga en “las casas de su habitación de calle Carrera”.
Esta autorización coincide con la petición por parte del Ayuntamiento a la Reina, en octubre de 1845, acerca del establecimiento de un Instituto Provincial de Segunda Enseñanza. Se trata del primer intento por crear un centro de estas características, que no se materializó, en parte, hasta ochenta y tres años después con la creación del Instituto local Pedro Espinosa.
Finalmente, el instituto provincial se crearía en la capital, a pesar de que en la ciudad la oligarquía local apostara por la fundación de una universidad, al existir una enseñanza secundaria semioficial más afín a sus intereses.
Colegio de 1ª. y 2ª. enseñanza de San Luis Gonzaga (1864-1868)
El 29 de febrero de 1864 el presbítero Manuel María Arjona dirige al alcalde de Antequera una exposición en la que expresa su deseo de establecer un colegio de 1ª y 2ª enseñanza para educar cristiana y científicamente a los jóvenes, a fin de que “instruidos con solidez puedan con el tiempo ser ciudadanos útiles a su patria, apoyo y consuelo de sus familias”, y pide al Ayuntamiento un local para el establecimiento, así como una dotación económica para sostener algunos hijos del pueblo.
El Ayuntamiento accedió a costear de los fondos municipales el alquiler del edificio necesario para la instalación del Colegio, entregando además por vía de subvención la cantidad de ocho mil reales para cuatro plazas de alumnos.
El local elegido era el palacio de Nájera, situado en el número 1 de la plaza del Coso Viejo. La contribución económica del Ayuntamiento osciló a lo largo del tiempo tanto por la disponibilidad presupuestaria como por el diverso grado de implicación de las distintas corporaciones municipales.
El coste de la pensión oscilaba entre los 240 reales mensuales para los alumnos internos a los 60 para los externos de carreras especiales y segunda enseñanza, pasando por los 40 reales de los externos de 1ª enseñanza, a lo que había que añadir el de un completo equipamiento de ropa de cama y otros artículos de uso personal, así como los libros. Este desembolso solo era posible para una minoría de Ja población.
El colegio estuvo en funcionamiento hasta que el 29 de octubre de 1868 Manuel María Arjona, director-empresario del Colegio de San Luis Gonzaga, comunicó al Ayuntamiento haber cerrado suprimido dicho establecimiento por circunstancias especiales.
El Colegio de San Luis Gonzaga (1870-1928)
Este establecimiento protagonizó la vida educativa de Antequera durante cincuenta y ocho años, atravesando eso sí numerosas vicisitudes e incidencias, y ha dejado una profunda huella en la localidad.
La iniciativa partió de un antiguo profesor del colegio de Manuel Mª Arjona, el presbítero José Rodríguez Campó. Este presentó, a mediados de 1870, una solicitud al Ayuntamiento pidiendo una subvención para establecer un colegio de segunda enseñanza, el cual la comisión correspondiente consideró de más necesidad y utilidad ( … ) proponiendo se subvencione con 1.200 escudos con la obligación de admitir al menos ocho alumnos pobres.
Así, a cambio de la subvención de 12.000 reales, se contemplaba la admisión gratuita de la mitad o por lo menos la tercera parte de los alumnos, doce de los cuales serían nombrados por el Ayuntamiento y además destinar la mitad o tercera parte de todas las entradas del Colegio a la adquisición de gabinetes de Física e Historia Natural, de los que a la postre se beneficiaría el instituto Pedro Espinosa.
El Colegio de Segunda Enseñanza, bajo la denominación de San Luis Gonzaga, estaba instalado en el número 3 de la calle Boza y fue inaugurado el primero de octubre de 1870. Venía a llenar el vacío existente en la Ciudad en cuanto a la enseñanza secundaria, pero sus estudios aún no estaban aún reconocidos oficialmente y solo estaba reconocido como colegio privado.
No obstante, en agosto de 1871 el Rector de la Universidad de Granada comunicaba al Municipio la declaración del Colegio de San Luis Gonzaga como de enseñanza libre, para lo cual la entidad municipal debería haber tomado el control del colegio. En realidad, no fue así puesto que la asignación económica destinada a su mantenimiento no se incrementó, pero hizo posible que el Colegio se presentara en un prospecto de 1872 como Instituto Municipal de Antequera, bajo la advocación de San Luis Gonzaga y dirigido por el pbro. D. José Rodríguez Campó.
En enero de 1878 se planteó la construcción de un nuevo edificio que albergara centros docentes, al encontrar problemas la Comisión municipal de Instrucción Pública para renovar los contratos del arrendamiento de los locales destinados a escuelas primarias públicas, a causa de la actitud negativa de los propietarios. Entonces se decidió construir un edificio en paraje céntrico para instalar tres escuelas diseñado por el arquitecto Jerónimo Cuervo González, que también construiría el colegio San Estanislao y el Teatro Cervantes, entre otros edificios públicos.
El solar elegido estaba bien ubicado, era de fácil acceso y bien ventilado, según los criterios higiénicos de la época: entre las calles Estepa y Cantareros y dando frente a la Alameda. El presupuesto para su construcción se elevaba a 102.211 pesetas y siete céntimos, y el Estado concedió una subvención para las obras de 80.000 pesetas.
Aunque el edificio estaba inicialmente destinado para albergar escuelas públicas, la instalación de la Audiencia Provincial en el palacio de Nájera que ocupaba el colegio San Luis obliga a su traslado a la nueva construcción.
Allí permanece hasta 1912, cuando se decide que el San Luis tiene que cambiar de lugar, porque su edificio alojará el Juzgado de Primera Instancia y el Colegio de Abogados. Se traslada a la calle Calzada nº 39, en el edificio de la que fue casa del Barón de Sabasona y posteriormente colegio Romero Robledo. El Ayuntamiento seguía haciendo frente a los gastos de alquiler.
Aparte de su labor en el colegio de San Luis Gonzaga, el presbítero José Rodríguez, fallecido en febrero de 1918, contribuyó con su sostenimiento a que funcionara en el convento de las Catalinas otro centro de enseñanza a cargo de las religiosas, donde recibían educación primaria y sustento más de un centenar de niñas pobres. Además, en el Hospital de San Juan de Dios mantuvo, durante no pocos años, otra escuela que la llamaban la “de D. José Rodríguez”.
En 1923 se producía otro cambio de ubicación, en esta ocasión a la calle Mesones nº26. En 1925 aparece la primera mención a una alumna becaria. Se trataba de Consuelo Campos a la que el Ayuntamiento acordó abonar veinticinco pesetas para ayudarle a los gastos que le ocasionó su viaje a Granada para exámenes de ingreso.
La creación en 1928 del instituto Pedro Espinosa motiva la desaparición del colegio San Luis Gonzaga, al desaparecer también las causas que habían movido a su fundación. Su último servicio a Antequera fue la cesión por parte de su último director, José Villalobos, junto al heredero de Rodríguez Campó, de los gabinetes de Física-Química e Historia Natural al nuevo instituto.