«Yo cuando veo una buena película en el cine, luego me gusta comprarla en DVD. Con la literatura ocurre algo similar», asegura el catedrático, que además pertenece al Consejo Científico de la Biblioteca Digital Miguel de Cervantes (www.cervantesvirtual.com).
En la citada biblioteca virtual, están convencidos de que la literatura digital repercute positivamente en que crezca el interés por los libros. «El debate se centra en el tema de los derechos de autor, pues los trabajos deben ser retribuidos, pero hemos comprobado como algunos autores, por ejemplo Mario Benedetti, al poner sus libros en internet, aumentaron sus ventas. El libro perdura e internet es efímero», asegura Villanueva, que ayer ofreció una ponencia en Ronda sobre la Teoría de la Literatura, entre la Galaxia de Gutenberg y la Galaxia Internet.
Las principales características del nuevo escenario literario que surge en el siglo actual son su carácter efímero y la rapidez con la que se consume. El poeta Antonio Machado decía que la palabra poética o literaria tiene una voluntad de perdurar. Según Villanueva, la literatura digital debería de buscar algún tipo de soporte para que perdure en el tiempo. «Si son productos que desaparecen, no son ciertamente literarios. El libro da la estabilidad y la continuidad, algo imprescindible para poder hablar de literatura», añade el catedrático, que pese a todo defiende que el soporte no condiciona la calidad de un texto.
Así, este experto considera que los blogs, por ejemplo, no suponen ningún lastre a los formatos condicionales. Quizá todo lo contrario. «Creo absolutamente en la convivencia de sistemas que persiguen lo mismo pero que tienen caminos diferentes», añade. En su momento, cuando se inventó la televisión, algunos podían pensar que la radio estaba condenada a desaparecer, tal y como recuerda Villanueva, pero nada más lejos de la realidad.
La literatura parece destinada a convivir con ambas galaxias, convencional y digital, sobre todo teniendo en cuenta las nuevas realidades culturales. «En el sigo XIX toda la información llegaba a través de la lectura, pero el lector tiene en la actualidad una enciclopedia cultural donde convive con varios formatos, como la imagen o el sonido», arguye Villanueva.